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Desde el ritmo impuesto por el norte, con las prisas del día a día, los compromisos y obligaciones, la hipoteca, el préstamo, el paro, el ruido de nuestras ciudades... sabemos y entendemos que el tiempo y la energía no da para más.
Y mucho menos con los problemas actuales de una sociedad que convulsiona a nivel económico y nos dicen que solamente puede aliviarla la continuidad del consumismo agresivo, masivo y sin sentido, consumir por consumir... y entonces, a nuestros hermanos del sur... ¿qué les dejamos?
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